miércoles, 10 de junio de 2009

Sábado




Había recomenzado el libro de Monterroso que quería leer y que, además, era su tarea. Todavía no llegaba ni a la décima línea (o el tercer cuento) cuando escuchó que una voz le decía, insistía: "¡No lo hagas!"

2 comentarios:

María dijo...

eeeeh, te acabo de cachar que tienes un blooooog!!!
ahora voy a chismear... luego te comento, digo, ya con más conocimiento de causa.
abrazo.

Titotitocapotito dijo...

Es bonito que alguien te distraiga de las tareas. Pero es más bonito leer un libro a cuatro manos. Te quiero Marki y me gusta leerte felipe y con tenis.